Sólo
habían transcurrido 18 minutos de partido y
mi cabeza me decía: “menudo papelón vas a tener hoy cuando te pongas a
escribir la crónica”. Los 72 minutos
restantes cambiaron todo lo anterior….
Hoy,
el K2 daba comienzo a la segunda vuelta visitando la casa de un durísimo rival:
el Pozuelo Sorolla. Y es que sólo hace falta mirar la clasificación para ver
que hoy era un partido de los grandes, de dos equipos de los de arriba, de esos
en los que por lo menos esperas ver fútbol en estado puro : ritmo, intensidad,
ganas. Un partido al que los dos equipos tenían que plantarle cara, no tanto
por los puntos en juego sino por el golpe de efecto.
El
K2 salió con un equipo “raro”, y es que hoy, algunos jugadores cambiaron sus
posiciones habituales por decisión técnica. Experimento arriesgado sobre todo
en el aspecto defensivo, ya que el pozuelo arriba tiene dos auténticas “balas”.
Dos jugadores de esos que cuando la cazan, tardan nada o menos en tirar entre
los tres palos y poner en apuros al portero.
En
los primeros 18 minutos se le escapó el partido al K2. Se le escapó, o más bien
lo regaló. Y es que los fallos ante un rival directo nos salieron muy caros.
Errores defensivos que la delantera local no dudó en aprovechar.
En
el min 10, el delantero del Pozuelo controlaba un balón y cuando el defensa
local quiso atajarlo, el balón ya estaba dentro de la portería visitante.
Recibir y tirar … 1-0.
En
el min 13´, la volvió a tener el pozuelo con un remate a bocajarro de uno de
sus jugadores. El portero visitante evitaba el segundo con un paradón.
El
K2 estaba perdido en el campo, desorganizado, sin criterio, con faltas a
destiempo y “fallón” a mas no poder. El segundo de los locales llegaba en el
18´, en una jugada casi calcada a la del primer gol. Malentendido entre los
centrales visitantes que habilitan al delantero que se la cruza sin apenas
oposición al portero. Recibir y tirar…
2-0.
Todo
apuntaba a que poco o nada podía hacer el K2. Sólo había dos opciones : morir
con las botas puestas o bajar los brazos y aguantar el chaparrón. Los mediocres
hubieran elegido la segunda. Pero el K2, a pesar de los errores iniciales, no
quería salir de pozuelo como los mediocres y eligió la primera.
A
partir de ahí todo cambió y el K2 decidió levantar la cabeza, tirar de orgullo.
El primer cambio de los visitantes no tardó en llegar. En el min 33 Raúl
entraba por Leo. El equipo se reestructuró por completo.
En
la primera parte era importante hacer un gol. Y es que un 1-2 ya no es un
resultado tan adverso con toda una segunda parte por delante. El K2 lo buscó y
creó ocasiones. En el min 24´ Gorka
lanzaba una falta que según caía el portero del Pozuelo sacaba en la misma
línea de gol.
El
Pozuelo empezaba a estar más incomodo y su entrenador les exigía presión y
juego de balón.
En
el 32´, tras una gran jugada de Paris, el K2 se volvió a encontrar con el
portero local. Portero que por cierto no es el habitual, pero que hoy lo hizo
más que bien.
En
el 40´, Gorka, tras un gran lanzamiento de falta, estrelló el balón en el palo.
Buenas sensaciones en el K2, pero lo cierto es que la suerte no estaba de
nuestro lado y nos fuimos al descanso sin estrenar el marcador.
En
la segunda pate el K2 se hizo dueño y señor del partido. El pozuelo estaba
muchos más espeso, le costaba crear peligro y sacar el balón jugado.
La
prueba está en que no había pasado ni un minuto cuando el extremo del K2 tenía
la ocasión más clara del partido. Tras una gran jugada de todo el equipo, Pani se plantaba delante del portero pero, inexplicablemente, decidió parar, pensar, y cuando
tiró se encontró con el portero una vez más. Jugada de la que nos acordaremos
toda la semana, no por el fallo, sino por saber que esa jugada, en ese momento,
cambiaba todo el partido.
Toda
la segunda parte fue una carrera a contrarreloj por hacer un gol, dos goles… No
tenían nada que perder y los visitantes se quedaron con defensa de tres. Casi
todo el peligro del K2 llegaba por la banda izquierda. Y es que a su lateral,
Barrasa, hoy le salía todo, lo posible y lo imposible.
El
pozuelo no estaba cómodo y su entrenador lo sabía. Los cambios no tardaron en
llegar, pero lo cierto es que no cambió demasiado. Los minutos pasaban y la
ventaja continuaba intacta… con eso les valía.
El
K2 lo hacía todo bien pero los goles no llegaban. Sin embargo, no se rindió y
luchó hasta el final.
En
el 81´ Millán, remataba de cabeza una falta sacada por Gorka y estrenaba su
casilla de goles con el 1-2. El K2 recogía el esfuerzo y la entrega. No había demasiado tiempo pero había que
buscar el segundo.
El
Pozuelo, en esa desesperación del K2 por buscar el segundo, tuvo alguna
oportunidad para rematar el partido pero no las supo convertir en gol. Se temía lo peor y miraban el reloj con unas
ganas imperiosas de escuchar el pitido final. Y es que hasta el último minuto el K2 pudo hacer el segundo.
Finalmente
no pudo ser. Los tres puntos se quedaron en casa del Pozuelo. Sin embargo, tras
leer la crónica, habréis podido daros cuenta de que no me ha costado nada
hacerla. Cuando hay entrega, esfuerzo, intensidad y competitividad da igual el resultado. Eso sí, no os olvidéis de
esos 18 minutos que habéis regalado, seguro que a cada uno de vosotros, vuestra
cabeza, también tiene algo que deciros…
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