El
lunes escribía una entrada en este blog bajo el título “¿y si todo empieza este
fin de semana?”. Una pregunta que hoy se ha convertido en afirmación. Hoy ha empezado todo. Hoy el K2 ha dejado atrás la mala racha de las últimas jornadas y
se ha puesto el “mono de obra” durante los noventa minutos.
Frío,
mucho frío. El K2 recibía al Unión Aravaca. El partido de hoy era vital para
los locales. Era el partido perfecto para romper la mala racha, para demostrar
que seguimos vivos, que no éramos tan buenos pero tampoco tan malos. Al fin y
al cabo, era la oportunidad de demostrar ante un grande como el Unión, que el K2 va a luchar hasta el final.
Hoy
la hora no nos jugó una mala pasada. Y es que el fútbol, os ha demostrado que
no es cuestión de horarios, sino cuestión de actitud. El equipo salió
“enchufado” desde el principio. Tanto es así, que en el min 7, Pani ponía un centro perfecto que Gelete
remataba de forma magistral y hacía el 1-0.
El
Aravaca, cuyo primer entrenador ha cambiado de equipo, no se vino abajo. Quedaba
un mundo por delante. Pero el K2 se mostró intratable en los primeros minutos.
Pases precisos, intensidad, movimiento entre líneas, filas bien organizadas,
defensa sólida…
Los
locales tenían que materializar su superioridad e intentar a toda costa hacer
el segundo. Y es que , en este tipo de partidos, como te relajes te acaban
“pintando la cara”. Hoy el K2 no falló, no se relajó y buscó el segundo nada
más marcar el primero.
En
el min 27 , Antonio sacaba de banda y mandaba el balón al corazón del área. La
potencia del saque convertía el balón en un misil. Un misil de esos, que la
toque quién la toque, tiene un alto porcentaje para acabar en el fondo de la
red. Esta vez, la teoría se cumplió. Miguel peinaba el balón y un jugador del
Aravaca, en un intento de despejar, se lo metía en propia puerta.
Treinta
minutos de partido. El K2 ganaba 2-0. No le temblaban las piernas. Tenía ganas.
El equipo era uno, unido bajo un mismo objetivo. Echo la vista atrás y no
recuerdo ningún partido parecido, al menos en cuanto a resultado se refiere.
El
Aravaca empezaba a “desengancharse” del partido. No era capaz de generar
peligro.
Cinco
minutos después, en el 34, Barrasa se iba en velocidad por la banda y tiraba al
palo corto. El portero despejaba a córner. Gran internada del lateral.
Hasta
el último minuto de la primera parte, el K2 intentó buscar el tercero.
Finalmente no fue posible y con 2-0 se fueron al descanso. Se fueron con la
sensación de haber cumplido, de haber hecho las cosas bien.
Tras
el descanso los locales salieron con la idea en la cabeza de que este partido
no se les podía escapar. Dos objetivos: hacer el tercero y dejar la portería a
cero. Por delante 45 minutos.
El
Aravaca , por su parte, sabía que si hacía un gol pronto, el partido cambiaba
por completo. Y es que con un 2-1, todo se vuelve imprevisible.
Los
cambios no tardaron en llegar y los visitantes movieron el banquillo en los
primeros minutos de la segunda parte. Poco o nada cambio el partido.
Arriba
Gorka y Raúl ponían en serios apuros a los defensas visitantes. Y es que
presionaban y peleaban todos los balones.
A
pesar del cansancio, los locales, no bajaron la guardia y siguieron buscando el tercero. En el min 63, Antonio recuperaba un balón en el medio del campo y
se lo dejaba a Gorka, quien acababa sacando petróleo. Ponía un centro medido,
perfecto, que se paseaba por delante de la portería y Pani empujaba al fondo de
la red. Ahora sí, los tres puntos parecían atados.
El
Aravaca lo intentaba a trompicones pero no acababa de sentirse cómodo. No era
capaz de cogerle el pulso al partido. Aún con esas, en el min 66 , tuvo su
mejor oportunidad. Tras un buen lanzamiento de córner el balón se estrellaba en
el palo derecho y la defensa local acaba despejando.
A
partir del min 67 el K2 empezó a mover el banquillo. Los jugadores habían
realizado un gran esfuerzo y era necesario dar entrada a gente fresca.
Los
últimos quince minutos , son de esos minutos que mejor que no se hubieran
jugado. El partido seguía bajo el dominio de los locales y los visitantes poco,
o ningún interés, tenían ya de jugar al fútbol. La culpa fue del K2, que se
dejó contagiar y acabó jugando a lo mismo que los visitantes. Entradas duras,
expulsiones, puñetazos y escupitajos por parte de unos y de otros. El
resultado: dos expulsados en el equipo local y uno en el visitante.
Tensiones
atrás, hoy ha sido un día importante para el K2. Y es que , cuando se juega al
futbol con ganas, con intensidad, todo lo demás viene solo. Desde aquí sólo os
pido que mantengáis esta actitud, estas ganas, que os hacen disfrutar y nos
hacen disfrutar desde la grada. Lo importante de todo esto no son los tres
puntos sino el “reencuentro” de un equipo que en los últimos partidos parecía
dividido, desganado y desilusionado. En el fondo, siempre acaba apareciendo ese
espíritu K2…!!! Juntos, permanecer hasta el final.
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