Entre los viajes de unos y las enfermadades/lesiones de otros, el K2 llegaba en “cuadro” al encuentro con el líder de la clasificación: el Atlético Villalba. Sin embargo ayer, se vio al K2 en estado puro, con esas ganas, esfuerzo e ilusión que les caracteriza. Sin embargo, el fútbol, una vez más, no entendió de justicia y ayer el Villalba se llevó los tres puntos sin merecerlo.
El partido empezó con diez minutos de retraso debido a un colegiado que apareció en el campo cuando el reloj ya marcaba las 9:00. Llegó desquiciado y así se mostró en el campo, ya que apenas se le podía dirigir la palabra. Tardón, malo y chulo. Menos mal, que ayer, no pudo ser el protagonista.
Los locales salieron con una alineación inédita. Muchos de los pocos habituales salieron ayer en el once inicial y la verdad que todos ellos cumplieron con creces en un partido realmente exigente a nivel defensivo. Y es que , si hay algo que destaca de este líder es su delantera, formada por tres jugadores que arriba marcan la diferencia y que si les cedes un cm de campo te la hacen en un visto y no visto.
La defensa del K2, de cinco defendiendo y de cuatro atacando, lo hizo perfecto. Organizada, sin cometer errores y haciendo las cosas fáciles y sencillas. Además contó con las ayudas de los extremos que se vaciaron por completo.
Tanto esfuerzo en defensa hizo que los locales tardaran en crear ocasiones de peligro ante el portero rival. Sin embargo, gestionaron lo tiempos y los esfuerzos a la perfección. Pasaba ya el minuto 20 cuando, tras el lanzamiento de una falta, el central del K2, Yogui, remataba de cabeza un balón que era rechazado por el portero. Cuando parecía que la oportunidad se había esfumado, Yogui, se recompuso, se levantó y coló el pie entre los defensas visitantes mandando el balón al fondo de la red. Todo estaba saliendo según lo previsto por el entrenador local. El K2 se mostraba sólido en defensa y, además, había conseguido adelantarse en el marcador.
El Atlético Villalba intentó buscar el empate y en esas, los locales encontraron más espacio de lo habitual. Pani y Martu, los dos tuvieron ocasiones clarísimas para marcar el 2-0. Un segundo gol que hubiera supuesto un duro palo para los visitantes y que hubiera cambiado mucho el devenir del partido. El K2, se quiso meter con el balón en la portería y no materializó las ocasiones.
De poder hacer el segundo gol nos fuimos al empate. Una vez más, la mala suerte se cebó con los locales, que hoy si que no se lo merecían. Antonio sacaba bajo palos un balón que se colaba en la portería. El balón chocaba con el pecho de Serrano y salía “escupido” colándose en la portería local. Goles, que de verdad, en lo que va de temporada, sólo he visto que le sucedan al K2.
En tablas nos fuimos al descanso. Empate que muchos hubieran firmado antes de empezar, pero que vista y analizada la primera parte resultaba injusto para los locales. Pero esta claro, que quién perdona lo acaba pagando.
En el segundo tiempo el K2 quiso jugar como en la primera parte y lo cierto es que no lo hizo nada mal. Eso sí, los minutos parecían horas y las piernas empezaban a pesar a unos jugadores que estaban entregados a la causa.
Las ocasiones en este tiempo fueron más claras para los visitantes. En concreto tuvieron una en la que el portero local hizo dos paradones casi seguidos.
El K2 lo intentó pero a los delanteros les costaba acabar la jugada y volvieron a pecar de no dar el pase en los últimos metros. Y es que si no llegas con facilidad y cuando llegas no finalizas... las cosas empiezan a complicarse. Los banquillos, de uno y otro lado, empezaron a moverse.
Rozábamos el min 75´ y el marcador seguía en tablas. Los delanteros del Villalba estaban al acecho. Jugaban y arriesgaban con la línea. Un jugador visitante metía un balón en profundidad a la espalda de la defensa y el interior del Villalba definía con gran calidad picando el balón y superando al portero local. Los visitantes se adelantaban en el marcador.
Quedaba tiempo por delante y el K2 se entregó hasta el final. Y en este caso, hasta el final literalmente. Y es que fue en la última jugada, cuando Antonio colgaba una falta al corazón del área. Serrano remataba hacia el palo derecho. Sin embargo, Lalo se interpuso y remató de nuevo, pero esta vez en la dirección contraria, cambiando la trayectoria por completo. El portero visitante, que ya se había lanzado hacia el palo del remate inicia, rectificó en el aire sacando una esplendida mano derecha que desviaba el balón, destinado a colarse por toda la escuadra, por encima del larguero. Paradón con todas sus letras.
De este partido, a pesar de no haber sumado, todo lo que se saca es bueno. Los pocos habituales tienen ganas y el K2 deja atrás las tonterías del domingo pasado. Está claro, que da igual que sea el líder, que si queremos se puede poner en apuros al rival. Y es que en estas categorías todo depende de uno mismo, y quien diga lo contrario se equivoca. Si aprietas, si estas motivado, si te entregas de principio a fin y si te comprometes más que tu rival, todo es diferente. ¿Puedes perder? Si, claro que sí. Pero hay maneras y maneras de perder...