Tras la importante victoria de la semana pasada, el K2 visitaba el campo del Alpedrete. Sumar era importante, ya que se trata de un rival directo. Aunque claro, cuando uno mira la tabla, hay poco equipos que no sean rivales directos. Y es que , a pesar de quedar mucho por jugar, madre mía como está este grupo!!!!
El partido fue intenso. Dos equipos que se dejaron todo en el campo. Pero lo cierto es que el K2 puso más que el Alpedrete. Puso un puntito más de velocidad, de intensidad, de ganas, de espíritu... Pero la mala suerte volvió a hacernos sombra.
Lo mejor del encuentro fue la gran jugada del K2 en el primer gol. Otra vez, ya no empieza a ser casualidad, salió una de esas jugadas ensayadas. Esas jugadas que se entrenan en un campo de tierra con muchos baches pero que al final acaban saliendo. Y es que la constancia siempre tiene su fruto. Uno, dos tres toques y el balón estaba dentro. Más de algún local todavía está buscando el balón o su marca.
El primer tiempo estuvo dominado por los visitantes quienes desaprovecharon varias ocasiones para rematar a los locales. Martu la tuvo a dos minutos del final de la primera parte. Se quedó solo ante la inmensidad de la portería. El centro era perfecto, sólo había que poner la cabeza y el balón estaba dentro. Sin embargo no fue así. El balón golpeó la cabeza del jugador visitante más que el visitante el balón y se acabó marchando por encima de la portería.
Tras el descanso el K2 salió dispuesto a hacer un segundo gol. Sólo pasaban dos minutos cuando Serrano se plantaba solo delante del guardameta local y cruzaba el balón al palo largo. La intención era buena, buenísima, pero el meta sacó una mano y los dedos rozaron el balón lo suficiente como para desviarlo rozando al palo. Otra gran ocasión que no materializábamos.
Los locales seguían vivos a pesar de poder estar noqueados. Aprovecharon el desacierto del K2 para venirse arriba. Fue entonces cuando tuvieron sus mejores momentos. Aunque en ningún caso crearon mucho peligro ni pusieron a los visitantes contra las cuerdas. Eso sí, el árbitro les ayudó y en el min 68 pitaba un penalti a favor del Alpedrete. Penalti que fue todo menos eso. Lo que es innegable es que el capitán local, con el 9 a la espalda, saltaba con el brazo en alto tocando el balón con la mano. De eso, se sacó el arbitro una pena máxima que se convirtió en el empate.
Dos minutos después en el área contraria el central del K2, convertido en delantero por un instante, recibia un empujón clarísimo. De esos que son penalti pero que no siempre se pitan. Esta vez el árbitro si lo hizo, no sabemos si por su teoría de compensar, pero lo cierto es que lo pitó. Fue Martu quien decidió tirarlo. El portero adivinó el lado pero el balón se colaba muy ajustado al palo. El K2 se ponía por delante en el marcador.
El partido se volvió loco en los últimos 20 minutos. Tras varias idas y venidas, contraataques para unos y otros, los locales se encontraron con la diosa fortuna. Tras un córner, el capitán local dejó muerto con la mano un balón dentro del área visitante. Los locales remataban incluso dos veces antes de introducir el balón en la portería consiguiendo así el empate a 2. Corría el minuto 89 y los visitantes pagaban caro el haber perdonado previamente.
El partido no estuvo exento de polémica. El choque acabó superando a un árbitro estático, que pitaba más por oído o protestas que por lo que realmente veía. Y es que cuando no se corre hay jugadas que por más que se piten son imposibles de ver. Además el "lío" no se quedó en el campo, sino que en la grada también hubo algún problemilla. Un delegado federativo solicitó la presencia de la Guardia Civil ante las increpancias de algunos aficionados locales.
No hay nada dicho equipo. Hay que seguir con la cabeza alta, trabajando, luchando, compitiendo en cada partido como si nos fuera la vida en ello. Sois grandes y todavía queda mucho por jugar, mucho por demostrar y mucha historia por escribir...
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