Sé que estamos a miércoles. Es cierto
que la crónica llega con retraso y por eso pido disculpas a todos
los que habéis visitado el blog y os habéis encontrado sin novedad.
Debido al viento y a la lluvia que cayó durante el partido, me fue
imposible tomar notas. El domingo intenté varias veces escribir la
crónica pero no me acababa de convencer, asique recurrí a uno de
los jugadores que se quedó sin jugar para que me ayudara. Gracias
Raúl.
Un domingo más el K2 recibía en su
feudo a un rival parejo en la tabla de clasificación, Galapagar.
Tras enfrentarse al Unión Aravaca y al Alpedrete en duelos a cara de
perro y sacar cuatro de seis, este duelo era más que importante para
seguir enganchados al tren.
Los diez primeros minutos fueron de los
locales que disfrutaron de dos ocasiones, una de ellas se estrelló
en el travesaño y el marcador tuvo que esperar inamovible.
Una vez que los visitantes salieron de
su letargo el partido se equilibró y predominó el juego en el
centro del campo. Y es que es ahí, dónde se juegan este tipo de
partidos. Quién controla el centro se acaba convirtiendo en dueño y
señor del campo. El juego no era del todo vistoso y las ocasiones
llegaban para unos y para otros. La más significativa fue un balón
al poste de Galapagar.
Mediada la primera parte el K2 lanzó
una contra tras un córner. Martu recibió el balón en una banda, a
la altura del centro del campo, avanzó unos metros, dejó sentado a
un rival que realizó una entrada por el suelo y puso un balón
teledirigido a la cabeza de Pitu quien remató el gran contraataque.
Los locales inauguraban el marcador.
Tras el gol, el partido siguió igual.
Igualdad en el centro del campo y pocas e imprecisas ocasiones para
ambos equipos. Parecía que el partido se iba a ir al descanso con
diferencia de un gol cuando el lateral derecho del Galapagar sacó
una falta desde su campo poniendo el balón a la espalda de la
defensa. La situación parecía controlada pero un malentendido
entre el portero y los centrales hizo que el más listo de la clase
fuese el delantero visitante. Éste pegaba con la puntera al balón y ,
ayudado por el fuerte viento, el balón superaba al portero
convirtiéndose en el 1-1.
El K2 se dejaba empatar antes del
descanso pero no iba a quedar ahí. Unos minutos después los locales
volvieron a ponerse por delante tras una falta lateral sacada por
Gorka. Serrano rematada en primera instancia, y tras el despeje del
portero, el capitán local remataba materializando el 2-1.
Era importante irse al descanso con
cierta ventaja, y el K2 lo consiguió. Los equipos se marcharon a los
vestuarios sabiendo que los próximos 45 minutos iban a ser muy muy
largos.
Antes de que todos pudiesen guardar los
paraguas el marcador volvió a igualarse tras una jugada trenzada del
Galapagar. Un balón filtrado entre los defensas era muy bien
rematado por el delantero. Un remate de esos que se hacen con total
tranquilidad, como si s detuviera el tiempo la pegó “rasita” y a
un palo. 2-2 y el trabajo de 45 minutos tirado por tierra. Duro golpe
para los locales y es que el gol llegó demasiado pronto.
Fue entonces cuando los locales
entraron en su habitual estado de nervios. Seguimos teniendo una
asignatura pendiente: jugar igual cuando vamos ganando que cuando
vamos perdiendo o empatando. Los locales empezaron con los malos
pases y con sus consecuentes malos controles.
El mal juego del K2, dio la posibilidad
al Galapagar de hacerse con el mando del partido. En una de esas se
pusieron por delante. Tras una jugada desafortunada para los locales,
un balón puesto a un jugador visitante entre el portero y la defensa
se quedaba muerto tras varios rebotes. Allí, en el lugar preciso, se
encontraba el delantero visitante, quién sólo tuvo que empujar el
balón al interior de la portería.
En ese momento Sergio, el entrenador
local, se la jugó poniendo una línea de tres atrás y adelantando a
Barrasa hasta el extremo.
En una jugada por la banda del nuevo
extremo del K2 consiguió un córner. El balón fue centrado al
segundo palo donde apareció Pitu rematando el gran centro y
volviendo a colocar las tablas en el marcador.
Tras el gol, Sergio apostó por seguir
apretando al rival que parecía estar sufriendo en esos minutos.
Mantuvo la defensa de tres y espoleo a los suyos para que hubiese una
presión intensa en campo contrario.
Se llegaba a los diez últimos minutos
con el partido en el aire, el que mas apretase se lo llevaba, nadie
pensaba en el empate puesto que ambos conjuntos querían y
necesitaban ganar. Quiso un poco más el K2, quién acabó
atrincherando al Galapagar en su campo.
En una internada por la banda derecha,
Santi, el extremo izquierdo local, recibió una dura falta del dorsal número 20. Falta de
la que nació el gol que inclinó definitivamente la balanza a favor
del K2. El propio Santi colgaba el balón al corazón del área donde
aparecía la cabeza de Javi por encima de las demás. Testarazo
impecable que enviaba el balón directo a la escuadra. Imparable para
el portero visitante.
Ese gol hundió a los visitantes que
vieron como un equipo hundido 20 minutos antes fue capaz de
remontarles el partido. Y además, todos los goles se los hicieron a
balón parado, dónde el K2 se postula como uno de los equipos más
peligrosos en este tipo de jugadas. Y es que ahí, pocos, muy pocos,
son tan eficaces.
El encuentro llegó al descuento y aún
hubo tiempo para que Martu convirtiese un penalti cometido sobre
Serrano.
El K2 está cumpliendo con creces en
los duros enfrentamientos que viene encadenando. Hay que seguir K2,
hay que luchar cada domingo como si os fuera la vida en ello. No
dejéis de creer en vosotros, en vuestras posibilidades. Que la
ilusión y la motivación sean vuestro motor de aquí al final de
temporada. No podéis fallar ante el Pilar. Creemos en vosotros,
creer en vosotros... porque la suerte es para los mejor preparados.
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