Esta tarde el K2 visitaba el campo del C.D Galapagar. Un
equipo de los de “toda la vida” y cuyos encuentros pasados nunca fueron
fáciles. Hoy la historia no cambió demasiado. Frente a frente dos equipos
igualados a puntos que buscaban no descolgarse de la cabeza de la
clasificación. Hoy en Galapagar , unos y otros, se jugaban más de 3 puntos.
El partido estuvo disputado desde el minuto uno. Con tímidos
acercamientos de uno y otro equipo. Sin embargo, en el min 7, cuando las gradas
todavía estaban vacías, el portero visitante derribaba a un jugador del
Galapagar. Penalti claro que el colegiado no dudo en señalar. El 1-0 llegaba
demasiado pronto y de una manera un tanto absurda.
Quedaba mucho tiempo por delante, un mundo como quien dice.
Fue entonces cuando el K2 decidió olvidarse de aquella fatídica jugada y volver
a empezar. El partido empezaba desde 0 para los visitantes. Querían los tres
puntos y los buscaron tocando, dándole ritmo e intensidad al centro del campo.
En el min 20 , un
jugador local cometía falta sobre París, tras un gran trabajo de éste. El
encargado de tirarla fue Gorka. Hoy tampoco nos defraudó y tras un buen disparo el balón votó en el área y, tras dar en el larguero, superaba la línea de gol. Gol
que para algunos fue y para otros no. En este caso para el árbitro sí lo fue y
por lo tanto subió al marcador. 1-1.
Los locales buscaban la victoria pero hoy tuvieron un
gran inconveniente. Es un equipo que juega para un solo jugador, el dorsal 23.
Y hoy el 23 no estuvo, o más bien, Piña no le dejó estar. Se convirtió en su
sombra hasta el punto que, en la segunda parte, el entrenador local decidió
cambiarle de banda.
Al descanso nos fuimos en tablas.
En la segunda parte, las mejores oportunidades estuvieron en
las botas de los locales pero lo cierto es que no supieron materializarlas.
Unas veces los palos y otras la precipitación les llevó a no mover el marcador.
Pero el K2 también jugaba al fútbol y sí supo aprovechar la
oportunidad que tuvo. De hecho la tuvo
muy pronto, en el min 47. Pani recibía un balón en el lateral del área y
acababa disparando el balón al fondo de la red. Fue tenerla y hacerla.
A partir de ahí el Galapagar lo intentó de una y otra manera
pero hoy no tenían el día. El partido se jugó en el centro del campo y ahí
Antonio y Rubí fueron mejores que los locales. El Galapagar se precipitaba y perdía los balones con facilidad.
El K2 quería llevarse los tres puntos y , a diez minutos del
final, decidió jugar con un 5-4-1. Un claro objetivo en la cabeza de los
visitantes: defender hasta morir. Y es que la defensa es tan importante como el
marcar goles.
El árbitro decidió regalarle 5 minutos más a los locales
pero ni con esas consiguieron empatar y el partido terminó 1-2.
El K2 hoy volvió a ser el de antes, el de los grandes
encuentros. Cuando me iba del campo escuché : “podíamos haber ganado 5-1”. Podíais
, pero no lo hicisteis. Sabéis por qué? Porque hoy os visitaba un equipo
ganador , dispuesto a luchar hasta el último minuto. Es cuestión de saber
aprovechar la oportunidad.

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